ÁLVARO PALACIOS
Un paisaje antiguo, espiritual y fascinante. Un pequeño universo de fuerza sobrenatural. El Priorat, la esencia mineral de un Mediterráneo único. En 1989 llegamos a esta pequeña región de pueblos apiñados y viñas centenarias colgadas de cuestas imposibles de pizarra.
La cartuja de Escaladei desarrolló el viñedo del Priorat desde el siglo XII. Su presencia forjó una identidad profunda, preservada por el trabajo esforzado de la viticultura ancestral. Los suelos escarpados de pizarra quebradiza, conocida como llicorella, son sometidos a un clima seco en extremo, iluminado por el espejo del mar. En las pequeñas viñas empinadas de Garnacha, Cariñena y otras blancas, encontramos un encanto atávico, sencillo y nítido, que se expresa en unos vinos singulares.