La historia de Pazo de Barrantes se remonta al siglo XVI, cuando la propiedad pertenecía a la familia Creixell. Sin embargo, no fue hasta 1991 que ...
La historia de Pazo de Barrantes se remonta al siglo XVI, cuando la propiedad pertenecía a la familia Creixell. Sin embargo, no fue hasta 1991 que se construyó la bodega. A través de la herencia, la propiedad pasó a Vicente Cebrián Sagarriga, el décimo conde de Creixell, quien se encargó de su reconstrucción. Actualmente, en honor a la antigua condesa, la bodega riojana Marqués de Murrieta elabora uno de sus vinos blancos más destacados, La Comtesse, en estas instalaciones, junto con otro blanco que lleva el mismo nombre que el pazo. Marqués de Murrieta, quien se inició en el mundo del vino en 1852, decidió emprender un proyecto similar en Galicia para aprovechar los recursos naturales del pazo y sus 12 hectáreas de viñedos de Albariño. Con esta visión, construyó la bodega con el objetivo de producir albariños artesanales y cuidadosamente elaborados, con gran capacidad de envejecimiento en botella. A partir de la cosecha de 2019, Pazo de Barrantes inició una nueva etapa, implementando una transformación en varios aspectos de la bodega. Se redujo la producción y el rendimiento del viñedo, se añadieron elementos a los procesos de vinificación y se llevó a cabo una crianza más meticulosa con un mayor período de reposo, lo que resultó en una ausencia de dos años en el mercado. Todo esto dio como resultado vinos de guarda en los que la Albariño y el excelente terruño en el que crece se expresan de manera sublime.
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