2017 fue un año donde todo notamos el cambio climático que se está sufriendo, con adelantos o atrasos de las temporadas que estamos viviendo. La vendimia no escapa de esa realidad, y eso se notará en los vinos que probaremos que este último año.
Se ha visto adelantada por escasez de agua y elevadas temperaturas. Esto reducirá la producción del el producto entorno a un 10%. Será un poco incierta por la presencia de heladas fuertes en el norte del país durante el mes de mayo. En las zonas donde las heladas no han aparecido, se obtendrán vinos de mucha concentración alcohólica y poca acidez.