Siempre oímos que la fermentación en barrica es distintivo de calidad para los vinos, pero usualmente no tenemos mucha idea de por qué. En este artículo te traemos una pequeña explicación de las implicaciones que tiene elaborar vino siguiendo este proceso.
La fermentación en barrica es una técnica que consiste en dejar actuar las levaduras para fermentar el mosto y transformar los azúcares que contiene en alcohol, glicerina y otras sustancias, dentro de una barrica o tino de madera.
Solo las mejores uvas se fermentan en barrica, por ello no todas las bodegas arriesgan con este método si no es para conseguir un vino de alta gama, ya que al fermentar en barrica, se encarece el proceso.
Este modo de fermentación aporta diferentes componentes que pueden influir en el color, aroma y sabor del vino, uno de los factores en el sabor es el tipo de madera y el grado de tostado. La más común es el roble francés.
Principalmente se hace con vinos blancos con lo que se consigue un color más intenso y sus aromas primarios se mezclan con los de la fermentación dando un final más maduro y exótico. Son vinos más complejos, más longevos y más caros normalmente.
Ya hemos visto lo fundamental sobre la fermentación en barrica, sin embargo, hay mucha tela que cortar al respecto, pero esperamos que con este artículo tengas una idea básica de lo que va este tema, para que sepas el valor del vino que puedes estar consumiendo y así poder apreciarlo mejor.