A medida que nos hacemos mayores vamos conociendo a nuestros padres, pero a nuestros padres como personas, normales con sus defectos y virtudes, nos encontramos problemas en la vida que ellos ya han vivido pero no nos enteramos cómo los enfrentaron porque eramos pequeños. Pues hoy podemos compartir con ellos como personas adultas, más que como padre e hijo, como amigos, y para ello queremos que acompañes ese momento con un buen vino.
Con esta opción no tendrás ni que buscar las copas en la despensa, las bodegas Habla en Extremadura te ofrecen este estuche con dos copas Riedel para que disfrutes de su “Habla Nº16”, un vino de un color cereza nítido intenso, tiene un aroma dulce a fruta de membrillo con toques de gominola, mora y chocolate negro, se puede notar también un poco de menta, manzanilla, flor de tilo con fondos de tierra y regaliz. En boca es pleno, sugerente con paso denso y fresco, con regusto a cuero y té.
Ya los siguientes no tienen estuche, pero son de muy buena calidad, este tinto es un Tempranillo al 100%, a la vista es de un color picota granate de buena capa, en nariz evoca a olores de maderas aromáticas, tostados, torrefactos, regaliz, fruta roja y lácticos, en boca es fresco y envolvente, y el final deja un sabor a barrica.
Un tinto de crianza, con color rojo, casi purpura y ribetes del mismo color, enaltece aromas a fruta madura, lácteos, notas balsámicas y especiados dulces. Es un vino que en boca es muy equilibrado, franco y persistente.
Ideal para acompañar quesos añejos y carnes rojas, perfectos para unas tapas o una barbacoa con la que se suele celebrar este día, este es un vino de un atractivo color cereza con ribete violeta. En nariz destaca la fruta madura, fruta negra, roja, uvas pasas y hierbas secas. En boca es un vino con cuerpo, untuoso, potente, aunque de un dulzor que lo hace un vino un tanto goloso.
Un vino blanco criado en barricas de roble joven, nos muestra su amarillo color limón pálido, con características limpias y brillantes, en nariz puede ser intenso, muy fresco y frutal, con toques de pera y anís. En boca es suave, untuoso, y de acidez muy equilibrada, evidentemente fresco y con un sabor cítrico, a piña y lima. Este es para los padres que se decantan por los vinos blancos.
Por último vamos a recomendar este gran reserva, de color iodado con reflejos verdosos, es muy brillante y limpio. En nariz puede llegar a ser dulce pero intenso, de aromas de algarrobas, fruta cítrica confitada. Al probarlo nos encontraremos con un vino fresco y ligero por su acidez, de entrada dulce con un paso en boca largo, aterciopelado y amplio, con un final muy refrescante.
Y así llegamos al final de nuestra lista de vinos que puedes disfrutar con tu padre en su día, quizás lleves uno de estos porque a él le gusta un tipo de vino en específico, o le llevas uno que tú vayas a disfrutar tanto como él. ¡Salud por todos los padres!